Estos días que corren se ha vuelto a poner de manifiesto la importancia de la seguridad digital. La trascendencia, como usuarios a todos los niveles, de las buenas prácticas que nos ayudan a preservar nuestra privacidad y seguridad en internet. De entrada, en nuestra actividad digital diaria nos solemos enfrentar a numerosas amenazas; es importante conocerlas, así como las aplicaciones y estrategias que nos permiten hacerles frente. De algún modo, la idea central es la de tomar el control de la vida digital, y no minimizar ni ignorar los riesgos.
Una navegación convencional proporciona un verdadero arsenal de información personal a toda aquella persona u organización, empresarial o no, que tenga interés en conocer nuestros datos. Cabe señalar que la actividad no cifrada por internet no es privada y puede ser conocida por terceros. Las galletas o cookies son uno de los principales elementos de recopilación de datos privados, a veces almacenados durante años en nuestro propio ordenador. También es necesario destacar la inseguridad de las redes de comunicación, particularmente los wifi públicos.
Una cuestión imprescindible es mantener actualizado e íntegro el sistema operativo y las aplicaciones, habitualmente mejoradas con actualizaciones de seguridad. Si lo que se desea es una navegación completamente anónima y sin censura, la solución más conocida es la red Tor. Los usuarios de esta red se conectan a través de una seria de túneles virtuales cifrados en lugar de hacerlo directamente, de manera que quedan protegidos de los instrumentos de seguimiento del tráfico. No se puede saber ni quién ni desde dónde se ha realizado la conexión. Para utilizar la red Tor se puede instalar el navegador Tor, disponible en los principales sistemas operativos. En Android, el navegador Orbot, y para sistemas Apple el Onion Browser. Con Tor, aunque más lentamente, se puede navegar por el internet convencional. Pero también aloja los llamados onions sites, páginas que sólo se encuentran en la red Tor. Disidentes políticos, pero también mercados de drogas y armas, etc. Es el dark web, el lado oscuro de internet.
Mejor seguridad aún, aunque con coste económico, ofrecen las redes VPN. Se trata de servidores que establecen una conexión privada con los ordenadores particulares. Las peticiones se realizan a través del servidor, pero no se puede saber quién hay detrás; las mejores opciones las ofrecen proveedores de VPN de pago. En casos de necesidad máxima de privacidad se puede utilizar el sistema operativo Tails. Basado en Linux, se puede arrancar desde un usb y está diseñado específicamente para la preservación de la privacidad y el anonimato. Es un sistema amnésico.
Hablemos ahora de la seguridad de nuestras cuentas digitales. Como primer paso, las contraseñas: evitar las más habituales, combinar caracteres alfanuméricos y de puntuación, utilizar más de seis caracteres, cambiarlas según el servicio y tender a la verificación en dos pasos son las recomendaciones más habituales. Sobretodo, estar muy alerta a los ataques de suplantación de personalidad o pishing: no acceder a webs desde enlaces en correos electrónicos, no confiar en correos que piden nuestros datos, usar conexiones con el protocolo https siempre que sea posible y evitar wifis públicos. Sobre la información contenida en nuestros dispositivos, existe la opción de cifrarla desde las opciones de la configuración de seguridad.
Otra área de mucho interés son las populares aplicaciones de mensajería instantánea, estilo whatsapp. En este sentido los expertos recomiendan el uso de Signal. Aunque con pocos usuarios, mantiene las comunicaciones cifradas de extremo a extremo, con un código abierto auditado por la comunidad. Otros sistemas que no necesitan internet para comunicarse son el Briar, para Android y sin versión IOS, o el propietario FireChat, con versión para ambos sistemas.
En definitiva, muchos aspectos a tener en cuenta que se pueden conocer e incorporar poco a poco, en función de las necesidades. En internet proliferan las guías de seguridad digital, más exhaustivas que este artículo. Una de las más populares es la Guía de Autodefensa Digital de la Electronic Frontier Foundation, con versión en castellano.